Al llegar se encuentran con una mujer que comienza a rezar, frente a unas rocas de camino, por el alma de su esposo y su hijo, arrebatadas por bandidos. Shiro y Benkei la acompañan en sus rezos. Yoruishi se aburre, para variar... Hasta que se tropieza con unos bandidos, que deciden llevarse a ella y a la mujer y matar a los samurais...Varios arqueros salen de los bosque y empiezan a disparar. Sin embargo, los dos samurais, pese a ser acertados varias veces, alcanzan a los bandidos y, para sorpresa de Yoruishi que nunca los había visto luchar, los despedazan con brutal eficiencia. De repente, seis arqueros más aparecen del bosque. Yoruishi interviene. Pero están lejos, no llega... y se tiene que emplear a fondo... los intestinos del bandido caen sobre el suelo antes de que la atónita muchacha entienda lo que acaba de hacer... Pero su sorpresa puede costar cara a sus compañeros, que se encuentran a merced de los arqueros. Entonces, en el último instante, un gran vendaval se alza y desvía a todas las flechas. La mujer, armada de un gran abanico, les ha salvado la vida...
Otras Vidas, Otros Mundos
Colaboradores
viernes, junio 29, 2007
Al llegar se encuentran con una mujer que comienza a rezar, frente a unas rocas de camino, por el alma de su esposo y su hijo, arrebatadas por bandidos. Shiro y Benkei la acompañan en sus rezos. Yoruishi se aburre, para variar... Hasta que se tropieza con unos bandidos, que deciden llevarse a ella y a la mujer y matar a los samurais...Varios arqueros salen de los bosque y empiezan a disparar. Sin embargo, los dos samurais, pese a ser acertados varias veces, alcanzan a los bandidos y, para sorpresa de Yoruishi que nunca los había visto luchar, los despedazan con brutal eficiencia. De repente, seis arqueros más aparecen del bosque. Yoruishi interviene. Pero están lejos, no llega... y se tiene que emplear a fondo... los intestinos del bandido caen sobre el suelo antes de que la atónita muchacha entienda lo que acaba de hacer... Pero su sorpresa puede costar cara a sus compañeros, que se encuentran a merced de los arqueros. Entonces, en el último instante, un gran vendaval se alza y desvía a todas las flechas. La mujer, armada de un gran abanico, les ha salvado la vida...
viernes, junio 15, 2007













En la sala de la Señora, Shiro ha conseguido una salida a las tablas en las que se encontraba el combate. Le hace señalar a Mimichiku que un deber mayor le exime de su obligación al señalarle que la seguridad del castillo está comprometida.


M


Akano y Shiro, que ha decidido descansar un rato, se dirigen a su habitación. Cuando llegan se preparan para descansar y, en ese momento, e




No obstante, algo llama su atención. En el fondo del jardín, el samurai ciego está amenazando a alguien con la ayuda de su halcón. Cuando llegan descubren con sorpresa de se trata del viejo jardinero, el cual acusa al samurai de haberlo atacado. Benkai saca su espada y el jade brilla al pasar cerca del anciano. Éste intenta atacar mediante magia, pero apenas puede hacer nada antes de que el Dragón lo inmovilice. Entonces decide que, para no haber recibido su parte, ya se ha jugado la vida demasiado y confiesa. Además, promete, a cambio de su vida, una salvación para la prometida del Benkei. Este acepta y Fuji lleva a cabo el ritual que devuelve el alma al cuerpo de Asami. Al recibir la buena noticia, el guerrero Dragón decapita sin piedad al hechicero...
Pero aún no han acabado las visicitudes para Benkai, pues queda pendiente el asunto de Kiyomori. El Dragón decide cortar por lo sano y, en presencia de todos los señores, corta el kimono de Kiyomori descubriendo su feminidad...Sí, es el día de Akano... La mujer confiesa su pertenencia a los Escorpiones e intenta suicidarse, pero Benkei lo impide...Sin embargo, la tortura no consigue ningun resultado positivo. Excepto el satisfacción de un samurai ciego.
Cansado por todo, Benkei se reune con su prometida y, triste, le consfiesa su perdida de Honor al haber faltado a su palabra, y la necesidad de su alma de purificarse en un año de exilio y busqueda del guerrero... Al día siguiente, acompañado de Yoruishi y Shiro, abandonan la ciudad. A las afueras, el Maestro les espera. Deben viajar a la Muralla. Yubei y su padre los necesitan...
miércoles, junio 13, 2007
Provincia de Kamakura, varios años despues de que el Maestro de la Montaña tomara sus últimos discípulos. Una aldea perdida en la frontera del reino. Ikomo no Akano se despierta tras su noche de borrachera. Alguien llama a la autoridad del pueblo... maldita sea... ese es él... Intentando recuperar la compostura se dirige hacía el puente de entrada a la aldea...
Allí, un samurai, miembro de la escolta de Matsu no Mimichiku intenta convencer a una muchachilla, espatarrada en medio del puente, para que deje pasar a su señora. Mimichiku, noble dama del Clan León, se ha criado toda su vida intentando ser el hombre que su padre siempre quiso... aunque finalmente viaja a estas tierras en busca de su prometido, para un matrimonio convenido. Como si no tuviera problemas, ahora parece que su escolta de diez hombres son incapaces de quitar de enmedio a una mocosa. Akano, que acaba de llegar, intenta resolver la situación con la ayuda de Kitsu no Fuji, un monje que ha acudido al pueblo, saliendo del templo por primera vez en su vida, obecediendo a su maestro, que lo ha instado a encontrarse allí con alguien que tendrá algo para él...
En ese momento, un halcón grita en el cielo. Y un enlutado samurai ciego pide permiso para cruzar. Es la gota que colma el vaso y la señora de los Leones ordena una carga. Mas la muchacha, Yoruishi, resulta ser más de lo que aparenta y sube a la grupa del caballo de Mimishiku. La historia pudo acabar en desgracia, más un silbido del ciego samurai, que se presenta como Mirumoto no Shiro, hace que el halcón atraiga la atención de Yoruishi. Fuji, capaz de hablar con las aves, descubre que la relación entre el samurai y el pajaro es más estrecha de lo que parece. En ese momento, cuatro samurais cruzan el puente hacia la, hasta hace poco, tranquila y desértica aldea. Mirumoto no Benkei, del Clan Dragon y tres Cangrejos llegan al pueblo desde la Muralla, donde las valerosas acciones de Benkei le han valido la promesa de tierras y un matrimonio. Mimichiku descubre que Benkei será su señor y que ambos comparten camino hacia el castillo. En ese momento, Shiro y Fuji escuchan avisar al halcón: !Escorpiones!.
Un nutrido grupo de Escorpiones entra a continuación en el pueblo. También se dirigen hacia el castillo. La situación es tensa. Nadie sabe quien manda exactamente en ese momento... sin embargo a Yoruishi esos temas no le importan, y menos cuando ha reconocido al joven Escorpión que fracasó en las pruebas del maestro. La ofensa es cruel y brilla el acero... Afortunadamente, piense lo que piense Shiro, Benkai interviene y consigue evitar la lucha mediante la diplomacia... así que, tras admirar todos las buenas katanas que poseen, parten juntos hacia el castillo.
En el viaje, Benkei reconoce al ronin ciego como miembro del Dragón... algo ha oscurecido el alma del guerrero ciego... una gran pérdida de la que culpa a los Escorpiones. Por su lado, Yoruishi , en medio de su interminable chachara, persecuciones del halcón, entrometerse con los Escorpiones y desaparacer varias veces recuerda algo de la misión dada por su maestro: entregar una caja a alguien que encontraría en el puente. Decide que ha de ser Fuji, el cual, confindido, decide mostrarselo a Mimichiku. Un extraño símbolo decora la tapa, pero la Leona tiene otras preocupaciones en la cabeza. Entre ellas, la de mostrarse sumamente enfadada con todos...
Finalmente, alcanzan el castillo. Benkei les da acceso a todos a la recepción de la señora de estas tierras y su futura esposa. Son recibidos uno a uno y todos quedan prendados del aura de hermosura y bondad que emana de la señora, Akodo no Yago no Asami. Aunque cada uno a su manera... Mimichiku se pregunta si será buena luchadora, Fuji sigue pensando que hace él fuera de la montaña, Akano pone toda su voluntad en pasar del sake... pero no tiene mucha... Shiro, recuerda con dolor su perdida ante tanto amor en el aire. Y Yoruishi... bueno, está por todos lados. Pero... ¿donde están los escorpiones?... al final de la fiesta, aparecen. Los han tenido esperando a la puerta. La situación es tensa, y Yoruishi no ayuda, no... Shiro está esperando su oportunidad de seguir en su camino de duelo y sangre, pero la palabra dada a la Señora del castillo de no atacar a los Escorpiones mientras duren las fiestas lo retiene... Finalmente todo queda en palabras, pero la tensión se puede cortar en el aire....
Comienzan los preparativos de la boda. Un día, una extraña campesina tropieza con Shiro. Extrañado por no ser capaz de espucharla con su fino oido, decide acompañarla al castillo, donde parece estar deseando entrar. Es demasiado torpe para ser una espía, aunque Shiro detecta que hay algo más y que es mejor tenerla vigilada... hasta que se encuentran con Yoruishi y se descubre que se trata de la hija del maestro Matsuo, que ha venido a avisar de que un gran movimiento de tropas escorpiones se está produciendo. Se convoca un consejo de emergencia, donde se decide, por un lado, "invitar" a las tropas aliadas a acudir a la boda con sus mejores armas y hombres, y por otro, enviar a Yoruishi, Akano y uno de los Cangrejos de Benkei a los pasos de las montañas, junto a bandadas de pájaros espía, controlados por Fuji. El resto, recibe las ordenes de vigilar el buen discurrir de la boda.