viernes, junio 29, 2007

La Leyenda de los 5 Anillos. Canto Cuarto

Tras varios días de camino, Yoruishi, Shiro y Benkei llegan a territorio Escorpión. Para sorpresa de los dos últimos, parecen unas tierras alegres, donde la gente es amable y vive feliz. En una posada, un pequeño funcionario les invita a té y les recomienda que se desvíen por la gran ciudad, antes que pasar por el Cruce de las Tres Doncellas, donde hay bandidos. Benkei pregunta la opinión a sus compañeros. Shiro confiesa que su honor le exige tanto ir a la ciudad a retar a los Escorpiones como seguirle en su busqueda. Yoruishi se aburre. Así que Benkei decide que la velocidad es su prioridad y se encaminan hacia el Cruce.


Al llegar se encuentran con una mujer que comienza a rezar, frente a unas rocas de camino, por el alma de su esposo y su hijo, arrebatadas por bandidos. Shiro y Benkei la acompañan en sus rezos. Yoruishi se aburre, para variar... Hasta que se tropieza con unos bandidos, que deciden llevarse a ella y a la mujer y matar a los samurais...Varios arqueros salen de los bosque y empiezan a disparar. Sin embargo, los dos samurais, pese a ser acertados varias veces, alcanzan a los bandidos y, para sorpresa de Yoruishi que nunca los había visto luchar, los despedazan con brutal eficiencia. De repente, seis arqueros más aparecen del bosque. Yoruishi interviene. Pero están lejos, no llega... y se tiene que emplear a fondo... los intestinos del bandido caen sobre el suelo antes de que la atónita muchacha entienda lo que acaba de hacer... Pero su sorpresa puede costar cara a sus compañeros, que se encuentran a merced de los arqueros. Entonces, en el último instante, un gran vendaval se alza y desvía a todas las flechas. La mujer, armada de un gran abanico, les ha salvado la vida...

Los bandido huyen despavoridos, no sin antes amenazarles con que vendrá "Hoja Envenenada" a encargarse de ellos. La dama se presenta como Yogo no Masami y se disculpa por su engaño, excusándose en la necesidad de asegurarse de que ellos mismos no eran bandidos. En ese momento, un hombre con una enorme espada aserrada aparece desde el bosque. Allí donde su hoja toca la hierba, esta muere marchita. La dama Masami lo reconoce como "Hoja Envenenada" y lo reta a un duelo de honor. El combate no tiene color. Asami es mucho mas rápida y eficaz que su adversario. Sin embargo éste no hace más que reir y blandir su arma como si de un garrote se tratara... y no se cansa... finalmente, cuando Masami consigue casi arrancarle un brazo, observan con horror como un racimo de filamentos negros recogen el brazo y lo vuelven a implantar. La dama Masami no se amilana y despliega un hechizo con su abanico. Kanjis se iluminan y un mortal arco de luz está apunto de decapitar al monstruo... pero no sirve de nada. En ese momento, Yoruishi despierta de su catatonia y ataca. "Hoja Envenenada" se defiende, pero la muchacha es demasiado rápida y conta de un tajo sus manos. Y arrancando la espada dentada de éstas, empala al mostruo con su propia arma. El monstruo, y todo lo que lo rodea, se deshacen en polvo...

Masami recoge la espada con extremado cuidado y les invita al castillo para recuperarse. Yoruishi sigue afectada y con la mirda perdida y Benkei se siente obligado a acudir. En el camino, observa que la dama Escorpión no para de mirar a Shiro, pero el honorable samurai no hace preguntas.

La llegada al castillo los sorprende. Todo el mundo parece venerar a la dama Masami. Ésta los presenta ante su hermano gemelo y su padre, gran señor entre los Escorpiones. Shiro se excusa. No puede aceptar la hospitalidad Escorpión. Es más. Su honor le obliga a retar en duelo al mejor de ellos. En señor del castillo le pide sus razones y Shiro relata su triste historia. La muerte de su mujer e hijo y su familia por mano Escorpion. Su cautiverio impotente mientras torturaban a su familia y la indignidad de no permitirle acabar con su vida, dejándole como último recurso arrancarse sus propios ojos... Benkei contempla con algo más de comprensión a su compañero. Incluso el señor del castillo parece sentirse afectado, así como su propia hija, que no quita ojo del samurai ciego. Finalmente, el señor acepta la petición de Shiro. El combate será contra su propio hijo, Yogo no Kaneda "el bello". Pero será a primera sangre. Shiro acepta y pide permiso para retirarse. Benkai solicita acompañarlo. Por su parte, la dama Masami pide a Yoruishi, que sigue sin pronunciar palabra, que la acompañe a orar...

Esa noche, mientras Benkai intenta infructuosamente sanar las heridas de su compañero ciego, Masami intenta que Yoruishi alcance la paz consigo misma mediante la oración. Mas es finalmente su hermano Kaneda el "bello" el que consigue arrancar una sonrisa a la muchacha. Y de la sonrisa, un beso, y del beso Yoruishi pasa a madurar en la guerra y en el amor en un solo día y una larga, larga noche...

En una pausa para retomar fuerzas de esa larga noche, Yoruishi, dejando respirar a su amante, ve a Masami llorando en el jardín. Acude a su lado y la dama se confiesa. El duelo de la mañana siguiente romperá su corazón, cualquiera que sea el resultado. Pues o bien será su hermano el deshonrado, o bien lo será el samurai ciego, del que está seguro es la reencarnación de su esposo, asesinado por onis, cuya efigie, identica a Shiro, lleva en una pintura consigo...

A la mañana siguiente, todo está preparado para el duelo. Masami a penas contiene las lágrimas y Yoruishi le pide a su compañero que no la haga llorar más. Pero Shiro ya no escucha...Se da inicio al combate y, para sorpresa de todos, la primera sangre brota del Escorpión al primer envite... Shiro es el ganador, aunque, como siempre, no siente gloria ni descanso en su alma. Mas el combate no ha terminado. El Bello, aunque acepta su derrota, le ofrece a Shiro una pintura como premio. El samurai ciego lo rechaza doblemente, por el mal gusto de dar una pintura a un ciego y por el mal gusto de aceptar algo de un Escorpión. Sin embargo, Kaneda insiste. Y despliega la pintura donde se describe una batalla en la que Escorpiones están masacrando a Dragones... Y lamenta no haber podido acudir al combate cuando los Fenix pidieron la ayuda de los Escorpiones para limpiar una plaga de corruptos Dragones. Eso es más de lo que piede soportar Shiro que lo acusa de ansiar haber participado en un asesinato de mujeres y niños y lo reta a un duelo, esta vez a muerte. Masami le dice a Yoruishi que esa es la tecnica de su hermano. Primero medir al contrincante y luego buscar el combate para matarlo...

... y así acontece, pues en esta ocasión es el samurai ciego quien no llega a tocar al Escorpión antes de que este le saque las entrañas. Shiro cae al suelo, viendo por fin los rostros de su esposa e hijo y esperando que el corte final acabe con su camino de dolor... pero no le es concedida la gracia, pues en ese momento Masami, lanzando un grito, acaba con su vida atravesándose el corazón, pues no puede seguir viva viendo como la reencarnación de su esposo muere a manos de su hermano...el silencio cae sobre la escena. El señor del castillo rompe su katana mientras solo se oye el llanto de Kaneda, que ha comprendido que sus ansias de violencia son las que han matado a su hermana...

... Al día siguiente, a penas sujetas las heridas de Shiro, los tres parten de la ciudad. Benkei se ha disculpado ante el señor por toda la desgracia que han traido y descubre que Kaneda ha decidido recluirse en un convento. El camino es triste. Yoruishi, aunque ha vuelto a hablar, ya no es la parlachina de antes, y odia al samurai ciego al que culpa de la muerte de una mujer a la apreciaba. Shiro por su parte, al conocer la historia de Masami considera que una muerte más pesa sobre su alma por su incapacidad para salvarla...


Finalmente llegan a una taberna. Los rumores sobre la muerte de Masami están ya exagerados por el pueblo, que culpa a los Dragones de asesinarla, capitaneados por un samurai ciego. Envalentonados, deciden llamar a "Brazo de Fuego" para que les acompañen a buscarlo. Yoruishi los convence para que les presenten a Brazo de Fuego. Seguidos de lejos por Shiro, Benkei y ella son conducidos a una pequeña isla. Allí, un robusto samurai, con un inmenso brazo tatuado, los saluda. Tras despedir a los campesinos, echándoles en cara su insensatez, les relata su historia, pues los ha reconocido. Participó en la batalla de los Escorpiones con los Dragones, donde perdió el brazo. Sin embargo, por medio de la magia le entregaron este otro, que es a la vez un don y una maldición. Pero antes de seguir, les pide que llamen a su compañero, pues sabe que el samurai ciego necesita ayuda medica para recuperarse de sus heridas, y el es un experto.


Tras asistir a Shiro, notan como su brazo empieza a burbujear... grita a su hija que traiga un cubo con agua y, cuando lo sumerge, una expesa niebla llena la sala y comienza una visión...


... la Muralla. Un pequeño fuerte donde resisten un pequeño grupo de samurais. Liderandolos, Yubei. Al fondo, filas y filas de onis de grotescas formas. La carga comienza y no hay piedad. Los samurais resisten como jamás ninguna canción podría describir. Pero no habrá cantos sobre esta resistencia, pues la oleada de onis es infinita y, finalmente, Yubei, el último superviviente, cae bajo la marea demoniaca...


La niebla se disipa. Nadie sabe que decir hasta que Shiro murmura "¿presente, pasado o futuro?". Cosas que no han pasado, contesta Brazo de Fuego. Pero que pasarán, pues nunca, jamás, ha conseguido cambiar una visión. Benkei le pregunta si puede ver el presente. Brazo de Fuego dice que sí, aunque le produce gran dolor. Antes de que Benkei pueda decir nada, introduce de nuevo el brazo en el agua...


... a vista de pájaro ven el camino más corto hacia la Muralla. Y allí, en una fortaleza, contemplan como Yubei está con dos dignatarios. Le están informando de que se ha decidido comprometerlo con una noble dama Grulla. Yubei mira a su compañero, un gigante Cangrejo calvo. No necesitan decirse nada, pues entre él y Hida no Ken, sobran las palabras. Lo están metiendo en un lío. Sin embargo, el dignatario le dice que para protegerlo antes de enviarlo con su prometida, lo van a enviar a una fortaleza apartada, lejos de las batallas de la Muralla. Yubei y Ken se retiran. el comentario de los dos coincide. No es de fiar el emisario del em...


La niebla se desvanece. El gesto de dolor de Brazo de Fuego es horrible, pero, al extraer el brazo del agua este se disuelve en polvo y cenizas y el hombre se encuentra en paz. Ha comprendido que el brazo solo deseaba dar esta visión y que ya ha cumplido con su cometido. Benkei decide partir cuanto antes y despidiéndose y dando las gracias al ex-Brazo de Fuego parten prestos hacia la Muralla. El buen hombre y su hija, que ha hecho gran amistad con Yoruishi, se despiden de ellos entregándoles tres redomas de poción para curar sus heridas, pues sin duda alguna, las necesitarán allá a donde van...

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Estooo ... ¿alguien tiene la direccion de la montaña de Kaneda por algun sitio? No por nada, vaya ...

Y.

12:40 p. m.  

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