viernes, junio 15, 2007

La Leyenda de los 5 Anillos, Canto Tercero


El regreso del grupo de las montañas, sin noticias del movimiento de tropas, se encuentra con la triste situación del castillo. La señora yacente con su alma guardada en una vasija mientras la situación politica del Reino pende del filo de una katana... En una sala, los distintos jefes de las grandes familias de la región discuten el futuro. Distintas facciones apoyan o no la ascención de Mirumoto no Benkei a señor del castillo. Según algunos, el acto de boda, inconcluso y llevado a cabo por un onin, no tiene validez, con lo cual la jefatura debe volver a los Leones... para otros, los deseos de los desaparecidos Akodo no Yago no Yubei y su padre valen más que una ceremonia. Benkei renuncia a cualquier participación en la discusión. Su corazón está con Asami y solo piensa en encontrar la forma de rescatar su alma y devolverla a su cuerpo...

Benkei abandona la sala de reuniones dispuesto a comenzar su búsqueda. Se encierra en su habitación, se coloca su armadura, dibuja un kanji de busqueda en la cinta que ciñe su frente y... y alguien llama a su espalda. Un barrigudo personaje le llama la atención. Y tras él, Yoruishi y la hija del Maestro, vestidas con "pijama campesino oscuro", junto con Shiro, y Akano, parecen haber salido de la nada. Yoruishi presenta a su maestro (y habla de lo genial que ha estado ser invisible y del castillo y de su maestro y de como pescaba en la montalña y habla y habla y habla...) El Maestro conversa con Benkei. Las cosas son más compleja de lo que creen. Y es importante que sigan en el castillo unos días. El plan original de buscar ayuda espiritual en el templo puede servir como excusa. Los preparativos de la partida podrías alargarse. Yoruishi podría callarse un rato...Benkei acepta el consejo del peculia anciano. Pero antes ha de volver a la reunión llevándose a Shiro y a Akano... y a Yoruishi, que se apunta sola...

Shiro llega a la conclusión de que habría sido mejor idea atravesarse los oidos con la katana en vez de sacarse los ojos... finalmente, vuelven a la sala de reuniones. Los partidarios de que Benkei no tiene ninguna autoridad parecen estar imponiendose. Una opción alternativa se propone por parte de Matsu no Osano, padre de Mimichiku. Es tradición que los herederos de Kamakura se casen con señores Leones... así pues, muerta Asami y desaparecidos Yubei y su padre, un matrimonio entre Benkei y Mimichiku dejaría a las tierras en manos de los Leones, al adquirir él el rango de su esposa. Benkei renuncia amablemente. Su misión es buscar la salvación de la Dama Asami y buscar a los responsable. Nada le atañen los asuntos politicos. Osano insiste. Shiro interviene. Con la señora viva, esta discusión no tiene sentido. Matsuo no Kiyomori, de los Leones, grita que ya está muerta. Benkai estalla. La comida vuela por la aires, las venas le salta del cuello. Asami no ha muerto. Y el que lo afirme descubrirá que se siente al colgar de sus propias tripas. Shiro sonríe...su comentario ha tenido efecto...y parece que el pacífico samurai Dragón tiene sangre en las venas...

Yoruishi a estas alturas, evidentemente, se ha aburrido. Camina por los jardines cuando ve una sombra que atraviesa la zona a oscuras, donde las lámparas fueron movidas de posición. Es curioso que la sombra lleve un traje igual que el suyo... tan oscuro... Así que decide perseguirlo. No parece que se le de muy bien el ocultarse, así que Yoruishi se entretiene un rato persiguiendole y viendo que hace. Finalmente llega a un pequeño templete del jardín y se oculta entre las ramas de un árbol. Invisible. Para un mono ciego y borracho. Yoruishi se aburre de esperar y lo saluda. El "campesino de negro" la ataca, pero no parece ser el mejor en lo que hace y cae ante la muchacha, derrotado por su propia arma. En ese momento, aparece un extraño ser, con rostro demoniaco... le promete a la chica que se encontraran. Y con un gesto, desaparece. Al igual que el ninja, se se desvanece en una nube de ácido... Yoruishi, emocionada, corre a contarles sus aventuras a los demás.

En la sala de reuniones prosigue el debate, mucho más calmado despues del arrebato del Dragón. Shiro, pide permiso para retirarse. No se fia de la vigilancia que se está haciendo del cuerpo y el alma de la Señora. Por su parte, Akano hace migas con unos cuantos lacayos de los señores. Y recoge un poco de información. Según se dice, la esposa de Kiyomori es una Escorpión, y parece que controla bastante la voluntad de su esposo. Ya de paso, Akano saca unos dados y les despluma unos cuantos kokus...

Shiro llega a la sala donde los Cangrejos velan el cuerpo de la señora. Parecen todos muy tensos y evitan la mirada de la hija del Maestro. Esta saluda al ciego samurai y lo acompaña entre susurros para que toque un shuriken clavado en el marco de la puerta..."era muy rapido", le dice, "ni siquiera yo lo vi con claridad y no pude acertarle". En la sala, Akano cuenta sus averiguaciones a Benkei y le pide a Yoruishi que vigile a Kiyomori, misión que acepta con alegría y despreocupación, para variar. En la sala donde se vigila el cuerpo de la Señora, las cosas se están poniendo feas. Shiro percibe el escándalo un momento antes de que irrumpan en tropel. Una tropa de Leones, con Mimichiku a la cabeza. Las ordenes de su padre son claras: Acabar con el sufrimiento de un cuerpo sin alma. Las de Shiro también: el honor le obliga a impedirselo...


Por su lado, Yoruishi persigue con disimulo a Kiyomori, para descubrir con sorpresa que...se trata de una mujer!!...así que ahora "la" persigue con disimulo. Llegan al jardín, donde parece que espera a alguien... Yoruishi piensa... había un "pijama oscuro" en el jardín... ella lleva "pijama oscuro"... Kiyomori es una mujer...pues ella será un hombre!!. Así que se hace pasar por ninja. El Kiyomori-mujer le entrega un paquete con malos modos y le dice que ya sabe lo que tiene que hacer. Yoruishi, sorprendentemente, consigue mantener el tiempo suficiente la boca cerrada como para no echar abajo su disfraz...En la habitación de la Señora, el duelo de voluntades continua...sin embargo, Shiro percibe una pequeña fractura en la resolución de Mimichiku... parece más que reticente a cumplir sus ordenes...Por su parte, Yoruishi corre a informar a Akano de su hayazgo, éste la envía a hablar con Benkei y con Mimichiku... mientras él se queda obnubilado a las puertas. ¿quien es esa artista de la música que le sonrie?¿Quien es esa belleza que se dirige hacia él...?



En la sala de la Señora, Shiro ha conseguido una salida a las tablas en las que se encontraba el combate. Le hace señalar a Mimichiku que un deber mayor le exime de su obligación al señalarle que la seguridad del castillo está comprometida. Y le enseña el shuriken. La Leona parece reticente, pero acepta esa salida a una perdida de honor. Al rato llegan Mitsu no Osano con un montón de soldados Leones. Shiro vuelve a mostrar el shuriken. No parece tan conforme como su hija, sin embargo, acaba ordenando a sus hombres que vigilen el cuerpo. La hija del Maestro se interpone y les dice que tienen que dejar a la Señora espacio. Osano la golpea con desprecio. Shiro vuelve a lamentar una vez más la promesa hecha a la Señora de no luchar en el castillo... Mientras, Yoruishi llega a las habitaciones de Mimichiku. Esta se ha quitado su armadura y, si a la muchacha le importara algo, habría notado que se secaba las lágrimas. Le enseña la caja y le cuenta su historia. Cientos de kokus y un sello extraño... Traición... Deciden ir a avisar a Benkei y contarle su descubrimiento. Yuruishi es feliz contando su historia una y otra vez...lo demás no tanto de escucharlas...

Mientras, Akano ha caido rendido ante las artes de la música... pese a que algo en su subsconciente le recuerda algunas historias donde una mujer como esa está siempre relacionada con extrañas muertes. Su mente más subconciente aún le hace olvidar esos recuerdo y fijarse en otras cualidades de ella. Finalmente la mujer le dice que ha escuchado que hay alumnos del Maestro de la Montaña en el castillo y que le gustaría conocer a la llamada Yoruishi... Por otro lado, Benkei ha decidido tenderle una trampa a Kiyomori el el templo del jardín, para lo que lo cita a una ceremonia del té. Antes pasa a despedirse de su prometida, encontrándose con Shiro que le cuenta todo lo sucedido.


Akano se encuentra con Yoruishi y la lleva ante la artista. La cual le pide que las deje solas. El mujeriego administrador se lamenta de su suerte. Dentro de la sala, de repente se apagan las luces... sin embargo, Yoruishi demuestra ser más rápida, más agil y sobretodo, más despreocupada que su atacante... no obstante, en el último momento, y entre un fogonazo de luz, el rostro del demonio del jardín aparece ante la muchacha y, por vez primera, siente lo que es el miedo mientras se el monstruo se desvanece jurando volver... Lo malo o lo bueno es que, tan pronto como descubre el miedo, Yoruishi lo olvida...

Akano y Shiro, que ha decidido descansar un rato, se dirigen a su habitación. Cuando llegan se preparan para descansar y, en ese momento, empiezan a oler humo. Sorprendidos, descubren que la habitación está señada, y ni por puertas ni ventanas se puede huir. Un irresistible campo de fuerza se lo impide. Por suerte, el campo no cubre el suelo, así que logran salir arrancando las tablas. Cuando consiguen huir, se encuentran con Yoruishi y con Benkei, que han acudido al los gritos de "fuego". Sin embargo nuevos focos están surgiendo... y uno de ellos está en las habitaciones de Mimichiku...

Mientras Akano y Benkei acuden a las habitaciones de Mimichiku, Shiro envía a su halcón a vigilar. Un grito de su compañero le avisa: alguien huye de las zonas donde se prende el fuego... En las dependencias de Mimichiku, Akano confirma que hoy es su día cuando contempla a la bella pelirroja luchando en desnudez contra extraños seres de fuego. Benkei entra destrozando la pared y observa que la Leona ataca las piedras que se encuentran en el corazón de los seres... Tras una lucha titánica, los seres son vencidos. Benkei cubre a Mimichiku con su keikogi y salen al exterior donde parece que el fuego ha sido controlado...



No obstante, algo llama su atención. En el fondo del jardín, el samurai ciego está amenazando a alguien con la ayuda de su halcón. Cuando llegan descubren con sorpresa de se trata del viejo jardinero, el cual acusa al samurai de haberlo atacado. Benkai saca su espada y el jade brilla al pasar cerca del anciano. Éste intenta atacar mediante magia, pero apenas puede hacer nada antes de que el Dragón lo inmovilice. Entonces decide que, para no haber recibido su parte, ya se ha jugado la vida demasiado y confiesa. Además, promete, a cambio de su vida, una salvación para la prometida del Benkei. Este acepta y Fuji lleva a cabo el ritual que devuelve el alma al cuerpo de Asami. Al recibir la buena noticia, el guerrero Dragón decapita sin piedad al hechicero...

Pero aún no han acabado las visicitudes para Benkai, pues queda pendiente el asunto de Kiyomori. El Dragón decide cortar por lo sano y, en presencia de todos los señores, corta el kimono de Kiyomori descubriendo su feminidad...Sí, es el día de Akano... La mujer confiesa su pertenencia a los Escorpiones e intenta suicidarse, pero Benkei lo impide...Sin embargo, la tortura no consigue ningun resultado positivo. Excepto el satisfacción de un samurai ciego.

Cansado por todo, Benkei se reune con su prometida y, triste, le consfiesa su perdida de Honor al haber faltado a su palabra, y la necesidad de su alma de purificarse en un año de exilio y busqueda del guerrero... Al día siguiente, acompañado de Yoruishi y Shiro, abandonan la ciudad. A las afueras, el Maestro les espera. Deben viajar a la Muralla. Yubei y su padre los necesitan...

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola, amigos!
¿Que tal por las montañas sin mi y sin el maestro? Trabajais mucho? Supongo que os estareis aburriendo alli solos sin nosotros, asi que os cuento que estamos haciendo con estos señores tan simpaticos. La señora guapa del castillo se quedo sin alma en la boda porque la sacerdotisa se equivoco con los votos o algo, y no veas que cabreo cogio el novio, que esa ya no casa a nadie mas ... En fin, como ya no habia novia, decidieron que mi mas mejor amiga Mimichan podia sustituirla, y creo que le hizo mucha ilusion porque salio corriendo ... a arreglarse, supongo. Lo malo es que el novio cogio una perra que no veas y que si habia que arreglar a la señora, que esto y que lo otro. Ahi es cuando llego el maestro, con el pijama ese que da tanto calor. Con lo que insiste luego en lo comoda que se esta sin ropa y sin nada! Bueno, pues resulta que al final el pijama ese es de un club o algo, porque habia un monton de gente suelta por alli con uno igual. Estuve jugando con un tipo al escondite por el jardin, pero como no me encontro, se enfado y me quiso pegar con una cosa de esas con filo que usan por aqui. Se la cambie por una rama, que es lo que usa siempre el maestro, pero no le hizo ilusion y desaparecio. Eso si, aparecio otro mas alto, mas grande y con una mascara super-chachi que me dijo que quedabamos luego. Genial, ¿eh? cuantos amigos! Y amigas, que luego resulto que un tipo que se llamaba Kiyomori era una chica y yo decidi jugar con ella a los disfraces y como gane me dio un cofre que pesaba mucho y que le regale a Mimichan para que no me estorbara. Luego el tipo guapo que siempre esta borracho me presento una chica muy simpatica que estuvo jugando conmigo al pilla-pilla, pero tambien gane y entonces me enseño una mascara de demonio, que no veais que repullo cogi. Y me dijo que me fuera con ella, pero no puedo dejar sola a Mimichan, que haria sin mi, asi que quedamos para otro dia. Algo dijo como "ya nos veremos, ya". Que simpatica, ¿eh? Luego hubo un incendio que provocaron unos bichos que parecian culebras con patas, pero no me dejaron ni uno, porque Binki-san los corrio a porrazos fuera del castillo. Y fuera habia tambien un jardinero malvado, que se reconoce facil porque es un viejo apoyado en una azada, que eso es malo seguro. Aunque tampoco era tan malo, porque arreglo un poco a la novia, total, para nada, porque ahora Biki-san decidio que no se casaba y se puso un dibujico en la frente y dijo que se iba de turné o algo asi. Y, por cierto, nunca jugueis a los disfraces en el castillo, que no veas la que le montan al que pierde, y eso que la Kiyomori esa habia jugado bien, que salvo yo no la pillo nadie. Bueno, me voy con Binki-san, que seguro que se aburre sin mi. Mandadme comida, que tengo hambre. Besos y abrazos,

Yoru

12:19 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home