Otras Vidas, Otros Mundos

viernes, mayo 16, 2008

La Llamada de Cthulu.

(Artículo publicado en el Scoop, de Londres, el 18 de Enero de 1925)
EL CASO DE LA ABUELA CANÍBAL.

LONDRES. Muchos de nuestros lectores sin duda recuerdan a Miles Shipley, el 'pintor de lo macabro', cuyas grotescas y demencialmente realistas obras escandalizaron a la sociedad inglesa hace pocas semanas en la sala Willman's. Sin duda aquellos que acudieron a la exposición no han podido por menos de preguntarse cuál sería la fuente de inspiración para tan tremendas imágenes, y es probable que en estos momentos, aquellos que adquirieron alguna de estas espeluznantes obras se hagan la misma pregunta mientras las contemplan fascinados por un horror visceral.

Las horrísonas respuestas a estos interrogantes se desvelaron anoche cuando, pasadas las ocho, los vecinos de Holbein Mews, al Oeste del Soho, acudieron a la casa del pintor alertados por el sonido de fuertes gritos y varios disparos. El horror esperaba a estos valientes ciudadanos, que encontraron a su llegada a la casa de Shipley una escena digna de sus más macabros cuadros. A la entrada del inmueble, un reconocido anticuario en estado de shock intentaba, según los testigos, cortarse la garganta con un pequeño cuchillo mientras dentro de la casa se sucedían los disparos. Este reportero ha tenido la suerte de hablar con uno de los primeros que entraron, un ilustre médico londinense que pasaba por allí y que encontró en el sótano de Shipley los resultados del breve pero intenso intercambio de disparos. Como se comprobó, el pintor había secuestrado al joven Sean W., aprovechando su interés por su obra, pero el tutor y amigo del joven, el caballero Roy S., alertado por sus sospechas, acudió a casa de Shipley y exigió su liberación. La discusión fue a mayores y acabó en tragedia. Desafortunadamente, no pudo hacerse nada por salvar la vida de Sean W., que expiraba en los brazos de su tutor. Sí pudo salvarse la vida de Shipley, herido de gravedad por los disparos de Roy S., y actualmente Scotland Yard vigila la habitación del Hospital donde este degenerado artista empieza a recuperarse. Fuentes policiales afirman que en sus primeras declaraciones, el 'pintor de lo macabro' no desmiente, sino que reafirma, las acusaciones que se le hacen.

Según estas declaraciones, el pintor Shipley y su madre, propietaria del inmueble y que vivía con él, escondían un brutal y oscuro secreto. Por increíble que pueda parecer a nuestras mentes civilizadas, aquí, en la cuna del progreso, aún se producen casos del más puro primitivismo y sanguinaria brutalidad. Aunque cueste creerlo, la anciana y agradable madre de Miles Shipley era en realidad una degenerada caníbal. En un oculto sótano, una vetusta bañera de piedra con tapa servía para almacenar los cadáveres de aquellos desgraciados que Shipley secuestraba y asesinaba para sustentar a su madre. Este hubiera sido sin duda el destino del desgraciado Sean W., destino que hubierta compartido con las personas cuyos restos en avanzado estado de descomposición estaban esparcidos en el sótano del artista.

Por desgracia para la Justicia, la anciana caníbal ha escapado sorprendentemente de la policía, y actualmente se encuentra en paradero desconocido. Scotland Yard distribuirá retratos de la mujer y el Scoop insta a cualquiera que pueda verla a ponerse en contacto con la policía o con nuestras oficinas, pues los crímenes de esta mujer no deben quedar impunes.

En cuanto a la obra de Shipley, fuentes policiales indican que ha sido requisada por el momento, pero con toda probabilidad los cuadros serán subastados en breve.

Por supuesto, este su periódico les mantendrá informados de cualquier noticia relacionada con estos acontecimientos.

domingo, marzo 23, 2008

La Llamada de Cthulu.
DIARIO DE KAREN JOLLYS.

16 de Enero de 1925.

Hotel Waldor Astoria, Nueva York. 20:15.

Escribo en el Club del Hotel, donde estamos la Firswilinson, O’Reilly –el aventurero irlandés- y yo misma. La verdad es que, a estas horas, ya hace rato que deberían habérsenos unido los Doctores Pyke y Kensington, y el fotógrafo. Se fueron esta tarde temprano a comprobar la tienda esa de antigüedades, la Casa del Ju-jú… y siguen sin aparecer. Voy a hacer algo de tiempo escribiendo esto, pero si cuando acabe siguen sin haber llegado, deberíamos salir a buscarlos. Creo que O’Reilly piensa la mismo, se lo ve nervioso, aunque cuando le comenté mi preocupación pareció no escucharme…

Esta mañana ha llegado el Doctor Kensington, tomando un avión desde Europa -supongo que a cargo de la Universidad, claro. Es un caballero cortés y educado, con modales exquisitos.Tiene unas ideas un tanto raras, pero su compañía resulta de lo más agradable. Al poco de llegar, y tras informarse de los graves sucesos de ayer, fue a ver a Erika Carlyle, mientras el Doctor Pyke y el fotógrafo se pasaban por los almacenes de los puertos. Parece que cada uno fue a donde debía, porque tanto unos como otros vinieron con buenas noticias. Al parecer, la Carlyle quiere quedar con el Doctor Kensington para tomar el té un día de estos, y por su parte, el Doctor Pyke traía la dirección de una tienda, la Casa del Ju-jú, donde al parecer quizá se pueda obtener más información de esa Secta horrible.

Por cierto que el Doctor Pyke también traía una máscara escrotal, típica africana, como regalo para el Doctor K. A mí me vino bien para desembarazarme de un buitrón, que quería tirarme los tejos aprovechando que llevo medio día hablando por el teléfono del Hotel con una tal Myriam Artwright, bibliotecaria de Harvard. De allí desapareció un libro, llamado algo así como Sectas Oscuras de África, en el que estaba interesado Elías. Por lo que me dijo Artwright, la desaparición del libro vino acompañada de un olor realmente desagradable. La Doctora Finchewilson habló con unos colegas de Oxford pero allí tampoco tenían el libro.

A todo esto, O’Reilly y la Price estuvieron en la comisaría de nuevo. Han echado un rato de charla con el psicólogo de allí, un sujeto al que la Doctora definió como ‘un perfecto ejemplo de que una titulación académica no elimina la vulgaridad, el desaseo y las conductas inapropiadas’. Creo que ese tipo quiere hablar con Kensington. Por cierto, deberían estar aquí ya. Afortunadamente, nos dejaron la dirección de la tienda. Voy a dejar una nota en la habitación, dando las señas y explicando un poco lo que ocurre, por si pasase algo y viniese la policía. Y luego, bajaré y llamaré un taxi, si mis compañeros están listos.

lunes, marzo 10, 2008


La Llamada de Cthulu.
DIARIO DE KAREN JOLLYS.


10 de Enero de 1925
Hoy el día ha empezado movido. Ha llegado la Doctora Fitzwillinson Price de sus excavaciones en Egipto, como quien llega de dar un paseo. Viene acompañada de un fotógrafo bastante feo del National Geographic, un tal George, y están muy contentos por haber podido hacer unos geniales reportajes de atardeceres en el desierto... claro, para las tablillas que han desenterrado había que aprovechar los carretes. El Profesor Doctor Pyke y ella han estado reunidos, comentando el viaje... y un misterioso telegrama que ha llegado esta misma mañana. Al parecer, lo envía un tal Jackson Elías, amigo del Doctor Pyke.

El caso es que este tal Elías preguntaba por el Doctor Pyke y por su queridísimo colega, el Psicoanalista y parapsicólogo Doctor K. Le urgía reunirse con ellos en Nueva York el día 15 de este mes para hablar sobre una expedición a Egipto, dirigida por un tal Carlyle. Eso ha significado tener que llamar a esa cotorra estirada de Mrs. Merryweather, la secretaria del Doctor K. He dejado recado de que lo avisen en cuanto llegue y el resto de la tarde, mientras la Missis Price daba una conferencia sobre las cuatro maderas que ha desenterrado, a la menda le ha tocado empezar a buscar detalles sobre esa expedición.

11-12 de Enero de 1925.
Siguen las pesquisas. Incluso el Doctor Pyke y la Doctora Fitzwillinsonprice, cuando los dejan sus obligaciones docentes, investigan sobre la expedición Carlyle. Lo nunca visto, vamos. Averigüamos que ese tal Carlyle era un playboy neoyorquino que, al parecer, zarpó en 1919 con la idea de ir primero a Londres a recabar información sobre lo que sea que iban a excavar, y luego a Egipto. El otro jefe de la expedición era un tal Sir Audrey Penhew, un viejo de 50 y pico años de rancio pasado y egiptólogo eminente. También iban una tal Hypatia Masters, una joven fotógrafa a quien Carlyle se había beneficiado hacía no mucho, el Doctor Huston y un tal Jack Brady, que era el funicular, o el usufructo, vamos, el guardaespaldas.

El caso es que no se sabe muy bien porqué, la expedición acabó perdida en Nairobi. Según los periódicos, a mediados de 1920 se encontraron los restos de los porteadores y se colgó a unos Kiyuyus (una tribu de por allí), a los que se hizo responsables de las muertes. Siempre según los periódicos, estos Kiyuyus murieron sin decir dónde habían metido los cuerpos de los blancos que iban en la expedición. Por cierto que el Doctor Pyke parece convencidísimo de que ese tal Jack Brady, el testafierros, sigue vivo, porque no se lo menciona en no se qué recorte que encontró en la biblioteca. A saber.

La Doctora Fitwillsonprice ha mandado un telegrama a sus coleguillas de Egipto, a ver si saben algo de la expedición Carlyle. Y el Doctor Price ha llamado a Jonás Kensington, editor de ese Jackson Elías. No tenia ni idea de que el tío este estaba de vuelta. Han quedado en echarse una copa por Nueva York.

El día 11 por la tarde recibimos la visita de un irlandés de aspecto sucio y modales muy regulares, que se presentó como Patrick O'Reilly. Nos acompañará a Nueva York en nombre del Doctor K., que está de parranda por Alemania. Vaya vida se pegan estos profesores. Qué cara. En fin... que esta noche el Doctor Pyke, al menos, se ha arremangado y se ha quedado hasta tarde escribiendo un proyecto de investigación para la Universidad. Creo que quiere justificar el viaje a Nueva York como algo de interés científico y endilgarles los gastos a la Institución. Por mí... yo por mi parte he reservado Hotel. A pesar de la insistencia de la Doctora Price, a la que le debe dar miedo dormir sola, he reservado dos habitaciones distintas, una para ella, otra para mí. Así que a hacer las maletas. ¡Nueva York, allá vamos!

13 de Enero de 1925.
En el Waldor Astoria de Nueva York. Todo el día de viaje, aguantando a estos académicos. Buf. Estoy molida. ¡A dormir!

14 de Enero de 1925.
En lugar de ver la ciudad, estamos viendo bibliotecas. Recogiendo más información, aunque no se añade mucho nuevo... Al parecer ese Carlyle tiene una hermana, Erica, que ahora está al cargo de las empresas de la familia. Y el Sir Penhew ese montó en Londres la Fundación Penhew, dedicada a becar a estudiantes sin recursos y hacerlos producir artículos sobre egiptología. Es a esa Fundación que fueron los de la Expedición Carlyle en su paso por Londres, aunque el Presidente de la Fundación, un tal Edward Gavigan, no ha dicho mucho más. Otra llamada intercontinental cargada a gastos de la Universidad Miskatonic, claro.

15 de Enero de 1925.
Madre mía vaya día. Escalofriante... pero intentaré ir por partes.

Primero recibimos una llamada de Jackson Elías. Que había llegado a Nueva York y quedaba para reunirse con nosotros a las ocho de la tarde. Parecía muy asustado, y el Doctor Pyke dice que incluso tartamudeaba.

Luego tuvimos una reunión con esa tal Erica Carlyle. Aparte de poner a parir a su hermano por casi dilapidar la fortuna familiar y de lamentarse de su muerte en Nairobi, no dijo mucho más. Al parecer, tiene muy buen concepto del supuestamente también fallecido Doctor Huston, que fue con la expedición. Me da que era el médico particular de los hermanos Carlyle. Algo así como un psicólogo de esos.

Después de aquello, acudimos a la cita con Jackson Elías... y ahí empezó la tragedia. El Doctor Pyke y el irlandés desaliñado tuvieron que pedirle a un botones que abriese la puerta... y un tipo que estaba en la habitación de Elías casi mata al pobre empleado de un cuchillazo. Ahí empezó un cirio de aquí te espero. Hubo disparos y carreras, y al final ese irlandés de mal agüero mató a uno de los tres sujetos que habían entrado en la habitación de Elías... para registrarla y... ¡para matarlo!. Yo no vi el cadáver de Jackson Elías, pero el Doctor Pyke sí... y dice que era horrible. Lo habían destripado y le habían grabado un símbolo en la frente. Luego en comisaría nos dijeron que era algo de Sectas.

Desde luego, el sujeto que abatió el irlandés parecía un sectario. Moreno de piel, con un cuchillo de tamaño industrial y un gorro asqueroso, como de pellejo con una tira de tela roja colgando sobre la frente. Vamos, a la última.

En la habitación se encontraron varias pistas, y también en el cadáver del tío este del gorro de modé. Hemos estado media noche en Comisaría, declarando. Ahora, tras haber llegado al hotel, va tocando irse a dormir. Mañana decidiremos qué hacer, aunque el Doctor Pyke dice que vengará a su amigo Elías.

martes, julio 31, 2007

La Leyenda de los 5 Anillos. Canto Octavo.


Por lo que me han contado por ahi mientras yo estaba buscando la muralla esa, la cosa fue mas o menos asi ...

Mimichan habia decidido dedicarse en cuerpo y alma a curar a la señora que se tiene que casar con Binki-kun, porque ella es asi de generosa y abnegada. Como resultado, la señora decidio ponerse bien muy, muy pronto. Si es lo que tiene mi mas mejor amiga ...
El caso es que ante la noticia de la mejora los dos se pusieron muy, muy contentos y juraron ser hermanos. "¡Hermano, hermano!", que decia Mimichan que estaba casi mas contenta que Binki-kun. Mira que es buena persona!



Mientras tanto, yo y mi nuevo mas mejor amigo Mon seguimos camino a la muralla, ahora mismo no recuerdo muy bien para que, pero el caso es que teniamos que estar todos alli lo antes posible. Y el resto por ahi de picos pardos! Menos mal que una es responsable ...! Pues la cosa es que estaba por alli trepando a un arbol a ver que habia de comer cuando, de pronto, un tipo muy raro con una sombrilla que se me viene encima. Si, si, con sombrilla! Y asi, a bote pronto, sin conocerme ni nada, me dice "que te viamatá, Yoruichi".

Me dio un repullo que no os cuento, ahora que repullo el que se llevo el cuando se me escapo la wakisashi esa que no recuerdo bien de donde habia sacado y se me quedo hecho un pinchito. Pinchito ... que hambre... Mejor seguir hacia el sur.










Mientras tanto, resulta que Kenzo y Masacrado -kun en lugar de pedir permiso para entrar al castillo de Bimki-kun no se les ocurre nada mejor que contarle una historia de piedras de esas al de la puerta, que, claro, como no entiende nada, no los deja entrar. Si esta clarisimo! El viejo es el herrero del pueblo, digo yo!





A todo esto, Binki-kun descubrio que tenia un criado nuevo la mar de simpatico. Todo detallista, vamos. Mas pintado que las puertas de las casas esas que cuenta el maestro en las canciones. El tipo este, Yamagata, lo llevo rapidamente con su suegro numero 2, el papa de Mimichan, que habia dejado entrar a una señora nueva en el castillo, y es que aquello es como la cola del pan, venga a ir y venir gente. Y seguro que comen mejor que yo. Que hambre! Bueno, la señora esta resulto ser la esposa del tipo que Binki-kun mato en el ultimo duelo, pero no le tenia rencor ni nada, que decia que su marido era un mal hombre, y que bebia y jugaba y hacia ... bueno, mas o menos lo mismo que yo. El caso es que a Binki-kun no le hizo gracia y se cogio un rebote de esos de los suyos e interrumpio la animada reunion.




Mientras tanto, la nueva amiga de Binki-kun, la gorrion, se encontro a otra chica
de su clan que le pregunto que ella de quien era. Para ocultar su misterioso pasado, ella se invento algo como que su madre era prostituta, su padre un borracho y ella habia crecido sola en la calle robando por ahi. La otra lo alucino, claro, pero se contuvo de preguntarle mas, no fuese a ser que se lo contara.

A todo esto, Mimichan seguia haciendo amigos. Resulta que ligo con el hermano de nuestra difunta compañera Moto, que le propuso inmediatamente que se dedicara a fregar y cocinar como corresponde a una chica. A mi me han dicho que esto es lo que se llama matrimonio, asi que parece que el hombre iba en serio. Mimichan, que para estas cosas es un poco timida, decidio invitarlo a darse una vuelta con ella por el jardin. Y luego, por la enfermeria, esta vez el solo.

Y hablando de mas mejores amigas, mi otra mas mejor amiga, la campesina-ayuda de camara que no es hija para nada del maestro Matsumoto se habia camuflado habilmente para contarle a Binki-kun que habia espias en el castillo. O que los habia habido, porque entre Masacrado y Kenzo los iban pillando y les daban la del pulpo. Si es que estos dos tienen un mal perder al escondite ... Kenzo, sin embargo, decidio volver con el tipo de la puerta a ver si ya habia entendido quien era la piedra y se volvieron super-amigos.

Mon y yo conseguimos por fin dar con la muralla, que era mas grande ... era por lo menos la segunda muralla mas grande que jamas vi. Alli conocimos a otro amiguito muy simpatico que llamaban el pequeño cangrejo ... a sus espaldas. No veas como repartia el tipo! Con una escalera debia hacer maravillas! El pequeño cangrejo nos llevo a las hogueras donde por fin conseguimos comer y conoci a un señor muy mayor que me conto un monton de cosas de la guerra y de una cosa que se llama estratagemia o algo asi, que consiste en ser mas listo que el enemigo en vez de mas rapido. Alguna vez tendre que probarlo. Para estrenarme en el tema, decidi preguntarle por Jubei-kun en vez de buscarlo yo misma, que cuando una piensa ... Entonces me mando a una torre por alli cerca, y alli fuimos Mon y yo.

Mientras, Binki-kun se fue a ver a la señora cotilla a ver si necesitaba algo aparte de largar de su difunto, y resulta que descubrio que se le habia metido alli la familia entera. Esto de la hospitalidad es que es un despilfarro. Lo peor es que el hijo estaba de lo mas malito y no hacia mas que gastar vendas, porque aparte se descosia el solo. Mi mas mejor amiga la campesina estaba a punto de graparle las heridas a ver si se estaba quieto cuando su detector de onis y cosas chungas la alerto de que el niño ese era mas malo que el arroz que me deje una vez en el bol. Que hambre, si lo pillara ahora ... Binki-kun lo mando a la torre para quitarlo de enmedio, pero llegaron un monton de tipos de negro de esos que no existen y se monto una juerga. Jo, siempre se lo montan cuando no estoy yo. No hay derecho.

Yo, mientras tanto, llegue a la torre esa y habia un tipo que decia que era Jubei, pero es mentira, porque a Jubei lo vi en casa de mi mas mejor amiga hija del curandero y estaba mucho mas bueno. El caso es que como no me convencio, para que me fiara de el trajo a otro amiguito, el chico del clan escorpion que no entro a estudiar con el maestro porque yo era mucho mas rapida! El se hace el duro, pero yo se que le gusto, porque me conto su vida y que se dedicaba a la policlinica o a la politica o algo asi, pero no me contesto cuando le pregunte si hacia algo interesante de verdad.
A cambio me dio una caja para que se la llevara a Jubei y me dijeron que no la abriera, o que no la escondiera, o que no me la comiera, no recuerdo bien. El caso es que habia dentro un escorpion negro superjugueton que intento salirse, pero yo cerre mas rapido. Menos mal, porque Jubei y sus amigos gastaban un hambre! Que majos los de la torre, mandandoles el rancho!

Al parecer, el niño momia de la rosa se piro mientras de la torre y no dejo titere con cabeza. Si es que es lo que tiene, tener a la gente ahi aburrida. Luego salen con ganas de juego. Al menos los tipos del pijama se fueron con el y con su mama, que decidio que no era tan buena idea quedarse alli por las vacaciones.
Va a ser por el salto mortal, y subrayo mortal, que Mimichan dio para salvar a su padre. Llego un poco tarde, porque Yamagata tenia una cuarta de acero reservada para el, pero otro tipo muy majo que tambien iba de negro y amarillo lo salvo el mismo. Eso si, el papa de Mimichan no se encuentra bien del todo, asi que ella se va a tener que quedar de jefa del clan mientras se mejora. Y eso suena de aburridooooo ....


miércoles, julio 25, 2007

La Leyenda de los 5 Anillos. Canto Septimo.

Nuestros héroes, cargados de deseo de venganza, encuentran, por fin, al oni. La batalla es violenta y sin cuartel. Los primeros en caer, llevados por su impetuosidad, son Mimishiku y Akano. Los demás, guiados por la atronadora voz de Benkei, rodean al mostruo. Finalmente, Yoruishi, que ha visto su Hielo Verde colgando en la cintura del ser, salta sobre él y, arrebatandole el arma, acaba con su existencia. Sin pensarselo dos veces, Benkai lo abre en canal y extrae su aun palpitante corazón... Tras asegurarse que los caídos están bien, el guerrero Dragón parte como una exhalación en busca de Brazo de Fuego y la curación de su amada... Masakado decide volver a tierras Escorpión. Kenzo debe cumplir la promesa que se ha hecho de devolver el caballo y las armas de la guerrera Unicornio. Shiro decide visitar al niño enfermo y solicitar a su madre que use sus dones de videncia para encaminarle en su busqueda... Yoruishi ya no está. Aburrida, toma el camino hacia la Muralla, si descubre donde está eso...


Benkei corre en busca de la salvación de su amada. De repente, unos sonidos de lucha llaman su atención. Varios tipos vestidos de negro están asaltando a una muchacha que se defiende con sus abanicos. Benkei acude al rescate y acaba con los asaltantes. La muchacha, agradecida y admirada, se presenta como una Gorrión. Está escribiendo una obra donde intenta plasmar todo el heroismo de los samurais. Y parece que acaba de encontrar su inspiración...

Por su lado, Shiro alcanza la aldea del niño enfermo. Para su sorpresa, los aldeanos lo reciben con una mezcla de respeto y admiración, algo que jamás habría pensado ver en tierras Escorpión. Su actuación en el caso del pequeño ha pasado de boca en boca. Lo llevan a ver al abuelo de niño que lo invita a té y le da las gracias. Tras una agradable conversación, le confiesa que los poderes de visión de su hija son herencia de su familia y que ve que su futuro está en el campo de batalla y no en un duelo, como cree... y que ese camino empieza en la isla de Brazo de Fuego. Los agradecidos aldeanos le ofrecen llevarlo en un carro de bueyes, para que así descanse. Shiro acepta agradecido y parte en el carro, conducido por un encantado aldeano.

Mientras tanto, Kenzo continúa su camino para devolver las pertenencias de la caída Unicornio, cuando se encuentra con un control Escorpión. Kenzo les obsequia con una de sus interesantes historias sobre montañas, piedras y ancianos. Algunos de ellos lo reconocen como el gran arquero Kenzo. Sin embargo, un joven y arrogante samurai no parece impresionarse lo más mínimo. Es más, con la sutil ayuda de Kenzo lo reta a un duelo de arqueros. La vida del arquero errante contra el mejor caballo del Escorpión. El joven muchacho demuestra ser un excelente arquero, pero Kenzo es el mejor y, para desgracia de las avispas del lugar, que pierden varios de sus avisperos, el vencedor es el ronin cuentacuentos que se convierte en el nuevo dueño de Bridas de Acero. Los compañeros del derrotado Escorpión felicitan a Kenzo y le previenen de que se trata del hijo de un importante Señor Escorpión. Kenzo les pide que le digan a su padre que si entrena será un arquero muy bueno. Y mientras se aleja en su nueva montura piensa que sería interesante hacer una visita a ese señor Escorpión...

¿Y Masakado?. El Escorpión ha ido a parar a una aldea donde, sorprendentemente, se ha encontrado con su señor. Este lo recibe en audiencia junto a una extraña música, en la cual parece tener mucha confianza. Masakado cree que le van a pedir cuentas sobre la desaparición de los Grulla, pero lo que han venido a recriminarle es que haya estado junto a Benkei, posible gran señor de tierras León y Yoruishi, la hija del maestro de la montaña y no haya sacado probecho de ello. Las ordenes son claras. Debe volver junto a ellos, protegerles y trabar su amistad. Masakado no entiende nada, pero obedece.


Yoruishi continúa su camino. Y por esa suerte incomparable que la acompaña, acaba yendo en la dirección correcta, hasta topar con un puesto de guardia Cangrejo. Los samurais la reciben con burlas, hasta que aparece el jefe del grupo, un enorme gigantón. Parece reconocer a Yoruishi y hace que la atiendan. Una sirvienta le aconseja que cambie sus oscuras ropas por otras más discretas... El cangrejo le da de comer y le pregunta sobre su misión y su maestro. Finalmente le entrega un salvoconducto para camirar por esas tierras y le da dos consejos: que no se desnude delante de hombres y que no enseñe su wakisashi a ningún Escorpión. Por último se despide y le solicita que si ve a Yubei le diga que ha conocido "al que vigila"...

Mientras, Benkei y su acompañante Gorrión llegan a la isla de Brazo de Fuego. La encuentran desierta... Esperándole se haya un guerrero escorpión junto a su hijo, un insoportable muchacho vestido de blanco y que juega con una rosa... Benkei le saluda formalmente y le cuenta su urgencia por encontrar a Brazo de Fuego. El noble Escorpión le informa de que ha acudido allí para acabar con su vida, pero que está dispuesto a esperar hasta que el remedio esté preparado, pues sus ordenes no incluyen a su esposa. Benkei le agradece su gesto... ha reconocido al guerrero, y si lo que se cuenta de él es cierto, su vida nunca estuvo tan cerca de su final...

En el camino, Kenzo encuentra un carro de bueyes sobrevolado por un halcón. No se sorprende al ver que sobre la paja descansa Shiro, que lo saluda y le pregunta sobre sus aventuras. Kenzo decide acompañarle a la isla de Brazo de Fuego, mientras entretiene al ciego samurai y al encantado conductor con sus historias...

En la isla de Brazo de Fuego, el duelista Escorpión se muestra como un educadísimo y honorable samurai.. El medico está a punto de terminar su medicina, cuando aparece Masakado. Reconoce al duelista como un Tamagushi, familia que creó el engaño que le llevó a matar a su mujer. Eso, unido a sus ordenes de protejer a Benkei le lleva a retar al Escorpión. Benkei se niega a aceptarlo. Su duelo será primero. Masakado se pregunta que puede hacer para evitalo. La Gorrión también intenta planear algo. El niño de la rosa se aburre soberanamente...

Mientras, Yoruishi ha llegado a las cercanías de la Muralla. Allí hace migas con un samurai que la invita a la taberna. Un escandaloso alboroto la distrae de las atenciones del guapo samurai. Según parece, varios Cangrejo se agrupan alrededor de un gigantón que pide unas monedas a cambio de "puño, objeto o espada...". Yoruishi pregunta que ocurre y el samurai le relata la historia de Mon. El cual se enamoró de una cortesana pero no tenía dinero para darle la vida que se merecia. Y como es tan torpe, no tiene otra forma de ganar ese dinero que dejandose pegar a cambio de algunas monedas. Y riendose, le ofrece a Yoruishi unas cuantas para que juegue con Mon. Ésta se ofende y propone cambiar el juego. Esas monedas serviran de apuesta si alguien consigue vencerle. Varios Cangrejos aceptan la apuesta, pero Yoruishi es más rápida, dejando en ridículo a los soldados y ganándose la simpatía del resto de los Cangrejos... Finalmente, derribados todos sus oponentes, una lluvia de monedas cae sobre la muchacha...

En la isla, el duelo está a punto de empezar, pese a los intentos de la Gorrión por impedirlo. En ese instante, llegan Shiro y Kenzo. El duelista Escorpión reconoce al samurai ciego. Él también está en su lista. Shiro acepta el duelo, pero después de luchar con Masakado, pues lo reconoce como un digno rival de su espada. Masakado se niega al combate, pues tiene un duelo pendiente. Se organiza un orden de duelos...


Yoruishi acompaña a Mon a casa de la cortesana. Mon está muy ilusionado con su novia y dice que lleva mucho tiempo reuniendo dinero para casarse. Cuando llegan, la mujer los recibe con frialdad. Toma el dinero de Mon y le dice que todavía le falta mucho. Mon se disculpa y dice que seguirá recibiendo golpes por ella. La mujer le pregunta por Yoruishi y se rie del grandullón. A Yoruishi no le gusta la mujer y, aprovechando que entra a dejar el dinero, se disculpa por un momento con Mon y corre a espiarla...

Brazo de Fuego y su hija y han partido con el remedio y el caballo de la Unicornio...En el duelo, los luchadores están dispuestos. El conductor de bueyes ha decidido que su cuota de héroes en un día ya ha sido más que cubierta y decide esconderse... Los duelistas se observan. Se miden. Se respetan... Cuando todos creen que el duelo no se va a acelebrar nunca, las katanas se desenvainan, el acero centellea, una lluvia de roja sangre se derrama sobre el polvo del camino...

Yoruishi escucha como la cortesana se burla de Mon y de como le está sacando el dinero. La muchacha no está dispuesta a aguantar más y la ataca, amenazándola con acabar con ella si no le cuenta a Mon la verdad. La mujer, aterrorizada accede. Le cuenta al decepcionado Mon que todo ha sido un engaño y que no le quiere, devolviéndole todo el dinero que le había quitado. Mon se aleja entre sollozos. Yoruishi le deja una pequeña marca en el mejilla a la cortesana para que la recuerda... por desgracia, la hoja se clava más de lo que quería y la marca será más duradera... Acompañando a Mon, la muchacha sigue su camino.

El duelista Escorpión cae muerto al suelo. Benkei lo reconoce como un hombre honorable. En ese momento, un grito rompe la escena. El hijo del samurai, loco de rabia, arrebata la katana de los dedos inertes de su padre y se lanza contra Benkei. El sorprendido Dragón apenas si puede ver el corte que le cruza el pecho. Shiro reconoce el potencial. Ese niño no está pulido y su técnica aún no es buena, pero ya es mejor que su padre, aunque no controla ese poder con honor. Además es un Escorpión... Así que de un corte saja la vida del niño... aunque el cuerpo, junto con la espada y la rosa caen al río y no pueden comprobar su muerte... Benkei pide que treten el cuerpo del padre con respeto y parte al castillo de su amada seguido de su admiradora Gorrión. Por su parte, Shiro, al no encontrar a Masakado dispuesto a disputar su duelo, decide acompañar a Kenzo en su peregrinar por tierras Escorpión...

lunes, julio 16, 2007

La Leyenda de los 5 Anillos. Canto Sexto.


Amanece en la pequeña aldea al pie de la montaña. Nuestros héroes despiertan para descubrir que Surugi y su hermana han partido. Masakado encuentra una nota en la que el Grulla le libera de su misión y de cualquier responsabilidad. En ese momento se da cuenta de que la comida que le han traído los aldeanos tiene un olor extraño y, gracias a sus conocimientos de venenos, comprende lo cerca que ha estado de caer en la trampa. Corre a avisar al resto del grupo. Por desgracia, todos han comido ya (y Yoruishi lo mismo que todos juntos). Afortunadamente, Masakado sabe como preparar el antídoto y todos lo toman. Excepto Shiro, que se niega a tomar algo preparado por un escorpión.

Tras buscar a los aldeanos, los interrogan sobre sus intenciones. Mimichiku no se anda con sutilezas y los aterrorizados campesinos piden perdón por sus actos y confiesan haberlo hecho por miedo al oni. Se escucha un galope. Una Unicornio llega seguida de un hombre que apenas se agarra a su cabalgadura. Se trata de Akane, compañera de Benkei, y Akano. Han partido de la ciudad con la misma misión que Mimichiku, aunque el hombre ha estado parando en todas las tabernas del camino...Benkei no quiere perder más tiempo. Deben encaminarse hacia la montaña por su Dama, a la que pide que lleven el corazón del oni caso de que caiga en el combate. El recuerdo de amores perdidos no ayuda a Masakado ni a Shiro...

Tras pasar junto a los restos de la cabaña de Zotoco, se internan en un bosque. La sensación es opresiva. Sin embargo, Akane, la Unicornio, siente que la maldad es menor que la percibida en la aldea. Pero no tiene tiempo de analizar el extraño caso, pues un montón de hojas y ramas con una cabeza humana de largos dientes se levanta del camino y comienza a atacarles. Mimichiku, Benkei y Yorushi pasan al ataque, destrozando al ser. Cuando todo parece indicar una fácil victoria, un nuevo ser se alza. Shiro se prepara para atacar, cuando una flecha, verde jade atraviesa al ser, que cae muerto. Tras la flecha, un arquero, de humildes vestiduras, aparece. La mayoría de ellos lo reconoce. Se trata de Kenzo, ronin conocido por defender a cualquiera que necesite su ayuda, sin respetar castas ni rangos... Benkai le da las gracias. En hombre, en vez de contestar, les relata una historia sobre un maestro que mandaba a la gente a por una piedra especial en la montaña, pero nadie volvía. Hasta que un viajero no subió, sino que buscó en casa del anciano, donde encontró los cuerpos de todos sus predecesores... Benkei comprende, el oni está en el pueblo. Akane no se lo piensa. Su amado caballo está allí. Masakado murmura entre dientes.. demasiado caso se hace a las palabras de un descastado. En ese momento, Shiro cae, presa de los efectos del veneno. Masakado dice que la culpa es suya, y que no tiene ahora los ingredientes para el antídoto., y parte hacia la aldea. Benkei tampoco puede esperar y parte, pese a que Shiro le pide que no lo deje morir allí deshonrosamente envenenado. Yoruishi hace tiempo que no está... aburrida, se ha perdido por las montañas...

Akane encuentra el infierno en la aldea. Pilas de cadáveres y seres insectoides que se deslizan por la tierra. Pronto se le une Benkei y Masakodo. En la montaña, Mimichiku y Kenzo deciden bajar a la aldea, dado que Yoruishi está ilocalizable. Shiro a penas mantiene la conciencia, pero no respetan su deseo de morir con honor. Solo Akano decide permanecer a su lado.

Más arriba, en la montaña, Yoruishi se siente atraída por un resplandor verdoso que la conduce a una cueva. Allí, junto a una piel fosilizada de un ser con aspecto de insecto gigantesco, el espectro de un guerrero le confiesa su pecado. Tras vencer al oni, su soberbia le hizo conservar un huevo de la criatura que se quedaron los aldeanos. Y así, la plaga se ha extinguido. Pero ahora, con ella allí, existe una posibilidad de redimirse. Para ello, le entrega una wakisashi... Hielo Verde... Grandes poderes la acompañan. Yoruishi corre a enseñarle su nueva espada a su más mejor amiga Mimi-chan...

Mientras, en la aldea, ya se han reunido todos. Deciden que los arqueros, Kenzo y Akane, atraigan la atención de los seres con flechas incendiarias, mientras los demás los rodean con sigilo. Masakado, que se ha infiltrado en el pueblo, les cuenta como los aldeanos se convierten en insectos enormes que se alimentan de las pilas de cadáveres y que ha encontrado al resto de la guardia que acompañaba a los grullas. Afortunadamente, él dispone de un documento que le dispensa de toda responsabilidad... Kenzo les confirma que ningún humano queda con vida allí, así que todo lo que se mueva en susceptibled de ser pasado a mejor vida. El plan se lleva a cabo, pero no parece funcionar. Nadie huye del pueblo. Solo la figura de una mujer, desnuda, se alza entre las llamas. Pide clemencia. Kenzo la derriba de un flechazo. Pese a que sigue hablando en términos de paz, Masakado acaba con ella, pues ha reconocido en la mujer al monstruo que se alimentaba de la carne de los caídos.

Echado por tierra el plan, los grupos se dividen. Mimichiku se dirige hacia el cementerio, Akane sigue a caballo rodeando la aldea. Mientras, Benkei arrolla uno de las pilas de carne descubriendo la boca de un pozo... se deja caer y Masakado y Kenzo lo acompañan... En ese momento, Shiro, que se encuentra mejor, llega acompañado de Akano. El samurai ciego se toma la poción de Brazo de Fuego justo a tiempo de unirse a la refriega en los túneles.

En el cementerio, Mimishiku se ha encontrado con Yoruishi, pero esta a penas tiene tiempo de hablarle de su nueva arma, pues aparece el anciano sepulturero que, transformándose en un gigantesco insecto, las ataca. La batalla en breve y, en poco tiempo, las dos mujeres cuelgan atravesadas por las garras del oni...

En el túnel, la batalla es épica. Los insectos caen por decenas y los cuatro guerreros se cubren de gloria y vísceras de demonios... finalmente, escuchan ruidos extraños y observan como dos monstruos llevan a cuestas a dos chicas desnudas. No les cuesta mucho liberar a Mimishiku y a Yoruishi. La muchacha, en cuanto se recupera gracias al vial de Brazo de Fuego, corre en busca de sus armas. Las encuentra, mas no su nueva wakisashi. En la superficie, Akane, que había escuchado los gritos de las mujeres, ha llegado al cementerio, para encontrase con el oni. Los golpes de la Unicornio apenas afectan a la criatura. La samurai lucha con bravura, pero nada puede contra un ser que ha vencido a Yoruishi y Mimishiku sin esforzarse y, en un ataque relámpago, la garra del ser atraviesa caballo, armadura y vida de la samurai... Mientras se sumerge en la negrura, sus pensamientos son de pesar por haber fallado a su camarada Benkei y sus compañeros... aunque en el último momento, un relincho le hace sonreír. Sus caballos, sus amados caballos, la esperan al otro lado...

En los túneles subterráneos, Benkei, Masakado (el cual se ha ganado el respeto de Shiro como luchador), junto al samurai ciego, Akano y Mimichiku, han encontrado la cámara real de los insectos. Una deforme mujer, con un abultado e insectoide abdomen está poniendo huevos. Masakado no lo duda y acaba con la aberración de un golpe... Destruida toda la puesta vuelven a salir al exterior. Yoruishi ha encontrado los restos de Akane diseminados por todo el cementerio. Sus ojos brillan reflejando el sentimiento de todos sus compañeros... El oni será destruido......